Desde sus primeras pinturas —realizadas en 1985 – hasta las fotografias de hoy en día, Ana María Rueda ha trabajado y explorado de manera recurrente el vínculo del hombre con la naturaleza y el territorio, incluyendo su relación con el otro y su lugar en el mundo. Esta aproximación la ha realizado de manera vital a través de un profundo acercamiento a la naturaleza, pero también a partir del interés personal y análisis de ciertas posiciones filosóficas donde se indaga por las relaciones interpersonales, éticas y sociales. Plantea constantemente en sus proyectos reciprocidades y correspondencias. Su interés profundo ha sido el de indagar y presentar desde la metáfora ese vínculo existencial entre el hombre y su posición en el mundo.
Desde el inicio de su carrera ha trabajado recurrentemente a manera de series y elaborado su trabajo a partir de diversas técnicas en dondela obra sugiere el medio dependiendo de lo que la idea original dicte. pintura, escultura, y desde 2004 con fotografía.
Diploma en artes plásticas Escuela Nacional Superior de Bellas Artes París 1979.
La práctica artística de Ana María Rueda se despliega en una exploración constante de la relación entre el ser humano, la naturaleza y el territorio —un diálogo que se extiende hacia nuestras conexiones con los demás y hacia nuestra ubicación existencial en el mundo.
Su obra aborda de manera persistente las nociones de reciprocidad e interdependencia, construyendo ecosistemas visuales y conceptuales que cuestionan los límites entre el individuo y su entorno. A través de metáforas poéticas y simbólicas, Rueda indaga en un vínculo ontológico entre la humanidad y su posición en el cosmos, ofreciendo una experiencia sensorial y reflexiva que entrelaza ecología, memoria y percepción.


