La obra de Miler Lagos (n. 1973, Bogotá, Colombia) es el resultado de una exploración profunda sobre la relación entre la humanidad y la naturaleza. Su trabajo aborda las tensiones entre la adaptación, la ambición y la memoria, explorando cómo el ser humano ha modificado su entorno al punto de perder la conciencia de su lugar dentro de él. A través de materiales industrializados y procesos artesanales, Lagos no solo cuestiona nuestra relación con la Tierra, sino que amplía su mirada hacia nuestra conexión con el cosmos.
En un tiempo donde la tecnología avanza a un ritmo acelerado, la memoria humana se ha vuelto etérea y vulnerable. Lo que antes quedaba registrado en piedra, papel o madera, hoy existe en un estado virtual, dependiente de la energía. La historia de nuestra civilización, antes material y perdurable, se enfrenta al riesgo de la desaparición total. En su obra resuena la nostalgia por un tiempo en el que la memoria tenía peso y textura, donde la huella del pasado era tangible.
Lejos de una mirada pesimista o nostálgica, su trabajo materializa estas tensiones en piezas donde la fuerza y la fragilidad coexisten. Lagos indaga tanto en la historia humana como en la propia biología de los materiales que emplea, desentrañando las contradicciones en nuestra relación con la naturaleza. Mediante la manipulación de elementos industrializados y su reconstrucción en formas orgánicas, sus obras revelan los rastros de la intervención humana y la imposibilidad de regresar a un estado original.
Su obra es un espacio donde la memoria, la transformación y la supervivencia dialogan constantemente. No se trata solo de la historia o el paisaje. Lo que está en juego es la posibilidad misma de permanecer.
Lagos construye escenarios en los que la escala se recalibra deliberadamente, alterando la relación entre la majestuosidad de los sistemas naturales y la presencia humana. A través de la escultura, la instalación y las intervenciones específicas del sitio, desarrolla una fenomenología de los materiales que cuestiona la representación como un constructo basado en la apariencia. Su obra vincula la observación empírica de los procesos naturales con preocupaciones culturales, políticas y medioambientales, articulando una poética crítica donde la especificidad del material deviene forma, y la forma se convierte en proposición.


