En Los términos del juego, Miler Lagos propone una reflexión crítica sobre la noción de realidad y la manera en que esta es culturalmente construida. A través de una instalación que combina papel tallado, bocetos de máquinas bélicas de Leonardo da Vinci y pelotas plásticas de dos colores, el artista desmonta las convenciones que organizan nuestra comprensión del mundo.
La instalación invierte las lógicas de peso y levedad: bloques de papel (aparentemente pesados) son usados para simular muros, mientras las pelotas ligeras evocan proyectiles de guerra. Al apilarlas en pirámides enfrentadas, Lagos crea una escena que oscila entre juego y confrontación. Los dibujos de da Vinci, estampados en los bloques, funcionan como matriz visual y conceptual: aludiendo a máquinas inoperantes, refuerzan la idea de que la representación es también un campo de batalla.
La obra plantea que si la idea misma de “lo real” es una construcción cultural, también lo son las nociones de conflicto, poder y verdad. Los términos del juego se activan en la mirada del espectador, evidenciando cómo las formas de representar terminan moldeando las estructuras con las que actuamos en sociedad.
