Luis Fernando Zapata (Colombia, 1951 - 1994) fue un artista colombiano cuyo trabajo se enfocó en la expresión de nociones imponderables y eternas.
En el carácter de sus obras estaba implícita la inclinación hacia el ademán restringido, hacia la presencia que no provoca disturbio, alimentada en un origen provinciano que lo mantenía a salvo de cualquier veleidad de la actualidad artística. La fatalidad haría de este principio natural el mejor vehículo para sus búsquedas y reconstrucciones idealizadas de ritos milenarios e invocaciones mágicas.
El trabajo de Luis Fernando Zapata a partir de 1990, se remite a una indagación sobre las primeras formas artísticas, al misterio de la desaparición del arte y las razones de su existencia. Sin embargo, el soporte de sus piezas trasciende la esencia naturalista del arte prehistórico tal como la entienden las figuras de intención animalista que se encuentran en algunas expresiones actuales. Pero hace parte del contexto en el cual, a través del simbolismo de entierros y excavaciones, se intenta descubrir "puertas de luz" hacia nuevas visiones de nuestro mundo.
Las Tumbas, Sarcófagos y Barcas Funerarias fueron obras destacadas las cuales simbolizaban vehículos de viaje hacia una dimensión inmaterial, tema que Zapata se dedicó a expresar durante la mayor parte de su vida artística.