Claudia Alarcon Argentina, 1989

Claudia Alarcón es una artista textil indígena de la comunidad La Puntana del pueblo Wichí, en el norte de Salta. Junto a su práctica individual, dirige el colectivo Silät (2023), una organización conformada por cien mujeres tejedoras de distintas generaciones pertenecientes a las comunidades Wichí de Alto la Sierra y La Puntana. La sociedad Wichí se estructura en clanes y es matrilocal. El tejido con fibras vegetales hiladas a mano, extraídas del chaguar local, ha sido durante siglos una actividad comunitaria liderada por mujeres, y es fundamental para la cultura visual, la historia narrativa y la economía del pueblo Wichí.

Su centralidad se articula en un relato mitológico, en el que mujeres hermosas, que vivían en el cielo como estrellas, descendían a la tierra por cuerdas tejidas de chaguar para cenar con los pescadores los peces que ellos capturaban. Al descubrir esto, los hombres recurrieron a la ayuda de los pájaros para cortar las cuerdas, y las mujeres quedaron atrapadas para siempre en la tierra; sin embargo, continuaron tejiendo y transmitiendo a sus hijas el conocimiento proveniente del mundo de arriba. La parábola sugiere un paso desde la ingenuidad y libertad de la infancia hacia las responsabilidades sociales de la adultez; las niñas aprenden a hilar chaguar y tejer objetos funcionales desde los 12 años, y sus creaciones son una forma de aportar económicamente a la vez que sostienen las prácticas culturales ancestrales.

En otro sentido, aprender a tejer implica un despertar adicional, una vía de entrada a una conversación colectiva entre las mujeres de las comunidades Wichí; los textiles, formados por motivos geométricos inspirados en el entorno natural, funcionan como un método para comunicar pensamientos no dichos dentro de una cultura que valora profundamente las formas de expresión no verbal y los mensajes que se manifiestan en los sueños y la intuición del subconsciente. Silät, el nombre adoptado por el colectivo de artistas, significa “información” o “alerta”, y refleja el rol de sus textiles como transmisores de mensajes y de un sentimiento cultural compartido.